Si existe el infierno

Si existe el infierno
el cielo no creo que exista,
pero acerca del infierno tengo mis dudas,
no será ese lugar de tinieblas y de azufre,
de horribles demonios y castigos espantosos
que predican las religiones,
que cuentan las mitologías,
sino que será un lugar donde nos muestren
paso a paso nuestras vidas,
y nos repitan infinidad de veces
nuestros errores y contradicciones,
donde comprobaremos hasta el cansarnos,
que dijimos lo contrario de lo que hacíamos,
donde nos mostrarán hasta la náusea,
el daño que hicimos incluso
a quienes nos amaban.
Un lugar donde estarán las imágenes
de esas películas de nuestra vida,
que nos pasarán una y otra vez
en una tenebrosa sesión continua,
en vacíos cinematógrafos de hielo,
para nuestra tortura y mortificación,
sin que podamos ya corregir ni una coma,
expuestos para siempre al libro universal,
sin que podamos volver a ese pasado
para obrar de distinta manera,
sin que nos sirva de nada el arrepentimiento:
así será el infierno en la otra vida,
si es que existe otra vida.
Un lugar donde fiscales nos acusarán con severidad,
señalando cada paso que dimos en falso,
mostrándonos lo cerca que tuvimos la dicha,
y cómo lo echamos todo por la borda
debido a nuestra pereza y nuestra cobardía,
a nuestras envidias y nuestra superficialidad.
Cómo fuimos burlados por los hechos,
cómo con nuestra ceguera y empecinamiento
desvanecimos nuestros dones,
y nos perjudicamos, y lo destruimos todo.
Y seremos implacables en el veredicto,
y nadie podrá consolarnos de nuestro dolor,
nadie podrá sacarnos de nuestra humillación,
por haber desperdiciado los meses y los años,
por haber estado ciegos de ira,
henchidos de pasiones y soberbia,
porque lo tuvimos todo al alcance de la mano,
y lo desperdiciamos con una patada,
con el desdén del ignorante,
con la inconsecuencia del retrasado.
Y ese será el lugar de nuestro llanto,
la calle humeda donde no querremos ver a nadie,
la celda de horror por la monstruosidad
de muchos de nuestros actos.